El estudio de investigación que alumnos de Documentación en los Medios de Comunicación Social de la UCM realizaron sobre la serie de televisión de TVE “Cuéntame como pasó” en el curso 2002/ 2003 pone de manifiesto la gran importancia que tiene el equipo encargado del proceso de recogida de datos y documentación para que ésta pueda reproducir fielmente determinadas situaciones y acontecimientos de la época.
Uno de los problemas principales con los que se ha encontrado este equipo ha sido el tema de la censura, ya que muchos archivos han permanecido ocultos y otros tantos fueron destruidos debido a que su exposición a la ciudadanía se consideraba “peligrosa” por el régimen. Consideramos pues que en muchas ocasiones recopilar información real y verdadera es complicado. Seguramente por problemas parecidos pasó el equipo encargado de la producción de la película “El Lobo” (2004) dirigida por el francés Miguel Courtois y que cuenta la historia real de Mikel Lejarza alias Lobo, que entró a formar parte de los servicios secretos españoles con el objetivo de infiltrarse en la cúpula militar de la banda terrorista ETA.
Tras la infiltración de Lobo, éste provocó la caída de una cuarta parte de la militancia etarra entre 1974 y 1975, incluyendo a los miembros más destacados de sus comandos especiales y a la cúpula dirigente del momento. Sin embargo para poder reconstruir los hechos en un film era necesario recuperar información existente tanto en artículos y escritos periodísticos como en los archivos policiales, y a su vez contar con la colaboración del propio Mikel Lejarza como testimonio directo de los sucesos.
La información oculta y filtrada es uno de los mayores males que posee la información y actualmente es una práctica todavía habitual. Su testimonio era imprescindible para poder apoyar o desmentir la información difundida por los medios de la época y filtrar datos únicamente conocidos por él. Si quisiéramos investigar como se llevó a cabo todo el proceso de recogida de datos deberíamos tratar de entrevistarnos con alguno de los miembros que conformaron el equipo de documentalistas. A partir de ese momento plantearíamos preguntas similares al estilo de las propuestas por los estudiantes de la UCM: procedencia de los fondos documentales, problemas existentes a la hora de contrastar la información para poder determinar lo real de lo inventado por los medios, etc.
Uno de los problemas principales con los que se ha encontrado este equipo ha sido el tema de la censura, ya que muchos archivos han permanecido ocultos y otros tantos fueron destruidos debido a que su exposición a la ciudadanía se consideraba “peligrosa” por el régimen. Consideramos pues que en muchas ocasiones recopilar información real y verdadera es complicado. Seguramente por problemas parecidos pasó el equipo encargado de la producción de la película “El Lobo” (2004) dirigida por el francés Miguel Courtois y que cuenta la historia real de Mikel Lejarza alias Lobo, que entró a formar parte de los servicios secretos españoles con el objetivo de infiltrarse en la cúpula militar de la banda terrorista ETA.
Tras la infiltración de Lobo, éste provocó la caída de una cuarta parte de la militancia etarra entre 1974 y 1975, incluyendo a los miembros más destacados de sus comandos especiales y a la cúpula dirigente del momento. Sin embargo para poder reconstruir los hechos en un film era necesario recuperar información existente tanto en artículos y escritos periodísticos como en los archivos policiales, y a su vez contar con la colaboración del propio Mikel Lejarza como testimonio directo de los sucesos.
La información oculta y filtrada es uno de los mayores males que posee la información y actualmente es una práctica todavía habitual. Su testimonio era imprescindible para poder apoyar o desmentir la información difundida por los medios de la época y filtrar datos únicamente conocidos por él. Si quisiéramos investigar como se llevó a cabo todo el proceso de recogida de datos deberíamos tratar de entrevistarnos con alguno de los miembros que conformaron el equipo de documentalistas. A partir de ese momento plantearíamos preguntas similares al estilo de las propuestas por los estudiantes de la UCM: procedencia de los fondos documentales, problemas existentes a la hora de contrastar la información para poder determinar lo real de lo inventado por los medios, etc.
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